El otoño es una estación mágica para el huerto: el calor del verano empieza a ceder, las lluvias son más frecuentes y el suelo todavía tiene nutrientes acumulados. Aunque muchos piensan que los huertos descansan hasta la primavera, esta temporada ofrece muchas oportunidades para sembrar, cosechar y preparar la tierra para el próximo año.
1. Qué plantar en otoño
En esta época se pueden cultivar hortalizas resistentes al frío y aprovechar para plantar semillas que germinarán en primavera.
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Verduras de hoja: espinacas, acelgas, lechugas de invierno.
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Coles y crucíferas: brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo.
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Raíces y tubérculos: zanahorias, remolachas, rábanos, nabos.
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Alliums: cebollas y ajos (siembra de invierno).
Tip: Las siembras escalonadas permiten tener cosechas prolongadas durante toda la temporada.
2. Preparación del suelo
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Limpiar restos de cultivos anteriores para evitar enfermedades.
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Incorporar compost o abono orgánico para nutrir la tierra.
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Cubrir con mulch (paja, hojas secas) para proteger del frío y conservar la humedad.
3. Protección del huerto
El clima otoñal puede ser impredecible: lluvias, heladas tempranas y viento.
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Instalar mallas o cubiertas ligeras para proteger las plantas más delicadas.
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Revisar riegos: el agua debe ser suficiente pero evitando encharcamientos.
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Vigilar plagas típicas del otoño, como babosas o pulgones.
4. Compostaje y aprovechamiento de residuos
El otoño genera mucha materia orgánica: hojas, tallos, restos de verduras.
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Crear un compost casero para enriquecer el huerto.
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Hacer “mulching” con hojas secas sobre las hortalizas resistentes.
Consejos finales y motivación
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Mantener un calendario de siembras y cosechas para planificar la temporada.
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Disfrutar de la actividad al aire libre: plantar en otoño es relajante y productivo.
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Experimentar con nuevas variedades: muchas hortalizas se adaptan mejor al clima fresco.